La lavadora Beko no centrifuga
Si el ciclo termina con agua o prendas completamente mojadas en el tambor, solo hay una conclusión: la lavadora no centrifuga. Este problema es común en las lavadoras BEKO y no siempre indica un problema mayor. Nuestro artículo le ayudará a determinar si el problema se debe a un simple descuido o a un problema más grave. Analizaremos las posibles causas del centrifugado insuficiente y le daremos instrucciones para solucionarlo.
Lista de posibles problemas
No debes tolerar la ropa mojada. No sólo es desagradable y requiere mucho tiempo terminar el ingrato trabajo de lavar, sino que, lo que es peor, un problema sin solucionar puede empeorar el problema y llevar a un resultado desastroso. Para saber dónde buscar el problema, es importante comprender las posibles causas de un centrifugado fallido. En los modelos Beko, esto aplica a las siguientes situaciones:
- se selecciona un programa sin centrifugado;
- el tambor está desequilibrado;

- el desagüe no funciona;
- el tacogenerador está averiado;
- el motor eléctrico se averió;
- los cojinetes del tambor están desgastados;
- la placa de control no funciona;
- Un objeto extraño ha entrado en el tanque, impidiendo que el tambor gire.
En el 99% de los casos, el problema se puede resolver por sí solo. Solo se necesitará un técnico profesional si el módulo de control está quemado. Solo queda diagnosticar correctamente el origen del problema, lo que requiere comprobar cada posible solución en orden. A continuación se proporcionan instrucciones paso a paso.
Revisemos el programa de lavado.
En primer lugar, se recomienda descartar situaciones que no presenten fallos. A menudo, no hay ningún problema porque el usuario selecciona por error un modo que no implica una rotación intensiva del tambor. Por ejemplo, el centrifugado no está incluido en los ciclos de lavado delicado ni en los programas para lana, seda y plumón.
Para confirmar sus sospechas, debe recordar el botón seleccionado y leer su descripción en las instrucciones de fábrica. La próxima vez, simplemente cambie el modo o encienda adicionalmente el ciclo de centrifugado. Lo segundo que hacemos es comprobar si el ciclo de centrifugado se ha cancelado accidentalmente en el programa estándar.
¡Importante! No olvides bloquear el tablero para evitar cambios accidentales.
Muchos modelos modernos permiten variar la velocidad del tambor, incluso apagándolo por completo. Lo mejor es probarlo: seleccione un modo, ajuste la velocidad de centrifugado al máximo y vuelva a encender la lavadora. Si la ropa está mojada, deberá realizar más pruebas.
Veamos la ropa en el tambor.
El centrifugado de una lavadora Beko suele fallar debido a un desequilibrio en el tambor. Este desequilibrio se debe a sobrecarga, falta de carga o distribución desigual de la ropa en el tambor. Este problema es común en los modelos más antiguos, ya que las máquinas modernas cuentan con una función especial que controla el equilibrio durante el lavado y el centrifugado.
Es fácil sospechar que algo va mal: la lavadora intenta centrifugar repetidamente, pero no lo consigue. Como resultado, el ciclo termina entre 7 y 15 minutos antes, dejando la ropa mojada. Puedes solucionar el problema de la siguiente manera:
- Espere hasta que la escotilla se desbloquee y abra la puerta.
- Saque la mitad de la ropa (si había sobrecarga), desenrede la “bola” retorcida o agregue más prendas (si hay escasez).
- Cierre bien la trampilla.
- Inicie el ciclo de centrifugado.
- Compruebe que la ropa esté seca.
El desequilibrio tiene un efecto perjudicial sobre los amortiguadores, el conjunto de cojinetes y el eje, por lo que es mejor evitarlo. Es importante controlar la cantidad de ropa cargada y recordar los límites superior e inferior. Entonces, en una máquina con una capacidad de hasta 5 kg, es necesario lavar al menos 1 kg, y en lavadoras con un máximo de 8-9 kg, 2,5 kg.
Las aguas residuales no se eliminan
Si al final del ciclo, el tambor no solo contiene prendas mojadas, sino también el depósito lleno de agua, revise el sistema de drenaje. Es muy posible que la lavadora no pueda drenar las aguas residuales debido a una bomba quemada, un impulsor bloqueado o mangueras o tuberías obstruidas. Para determinar la causa y la solución, siga estos pasos:
- Desconecte la manguera de desagüe del desagüe y revise su longitud para detectar obstrucciones. Si encuentra algún objeto extraño, desenrosque la tubería completamente y lávela con agua a alta presión.
¡Precaución! A veces, el desagüe principal puede obstruirse, así que inserte el extremo desconectado de la manguera de desagüe en el lavabo o la bañera, abra el desagüe o centrifugue y espere a que salga el agua.
- Localice la trampilla de drenaje en la esquina inferior derecha de la lavadora y ábrala con un destornillador. Coloque un recipiente debajo para recoger el agua y desenrosque el filtro de residuos. Limpie la pieza y sus conexiones. Si todo está limpio, compruebe los contactos con un multímetro.
- Comprobamos la integridad de la bomba. Eliminamos cualquier pelo o suciedad del impulsor, limpiamos el cuerpo de la bomba y medimos la resistencia.
La bomba y el filtro no son reparables y deben reemplazarse si están dañados. Después de todos estos pasos, active la lavadora en el ciclo de lavado más rápido y controle el drenaje del agua. Un tambor vacío descarta la posibilidad de un sistema de drenaje defectuoso.
El sensor Hall no funciona
El ciclo de centrifugado también falla si el tacogenerador está defectuoso. Este dispositivo, también conocido como sensor Hall, monitorea las RPM del motor y transmite información a la placa de control. Si se rompe, se pierde la conexión con el módulo, el sistema deja de recibir información y, por seguridad, reduce la potencia del motor.
La avería se produce por un funcionamiento incorrecto de la máquina, en particular:
- Sobrecarga periódica de la máquina con ropa.
- Uso prolongado de la máquina sin paradas.
- Sujetadores sueltos.
- Contactos sueltos o cableado dañado.
- Fuerte subida de tensión o cortocircuito.
Primero, inspeccionamos los cables y, si es necesario, apretamos los terminales, limpiamos y aislamos los conductores. A continuación, probamos el sensor con un multímetro y evaluamos los resultados. Si detectamos alguna desviación de la norma, lo reemplazamos por uno equivalente.
El motor no hace girar el tambor
Otra situación surge cuando el motor no alcanza la potencia requerida. En los motores con escobillas, la velocidad puede disminuir si estas están desgastadas: los ciclos de lavado y enjuague se desarrollan con normalidad, pero el centrifugado se vuelve imposible. Si otras etapas del ciclo también presentan dificultades, el motor podría estar defectuoso. Esta hipótesis se puede verificar de la siguiente manera:
- Desconectamos la máquina de todas las comunicaciones.
- Desatornille la tapa trasera.
- Quitamos la correa de transmisión.
- Desconectamos todos los lugares conectados.
- Aflojamos los sujetadores de retención.
- Hacemos girar el motor y lo sacamos de las ranuras.
A continuación, limpie la carcasa con un paño e inspecciónela para detectar posibles daños. Un motor quemado desprenderá un olor desagradable a quemado, manchas y cables carbonizados. A continuación, preste atención a las escobillas: retírelas de ambos lados del motor, ábralas y mida la longitud de la punta. Si es inferior a 0,7 mm, tendrás que sustituir el par por uno nuevo. Al mismo tiempo hacemos sonar las bobinas.
Mal funcionamiento de la unidad electrónica
El peor escenario posible es cuando falla la electrónica. En este caso, el triac de control de giro se quema, el motor no recibe la orden de acelerar y no puede girar el tambor. Solo un especialista puede determinar si el módulo es el culpable, así que ante la menor sospecha, lo mejor es contactar con un centro de servicio.
No se recomienda reparar el módulo usted mismo. Existe un alto riesgo de que la falta de experiencia, equipo y profesionalismo provoque daños permanentes en la placa. Una pieza de repuesto es cara, y contratar a un técnico es más económico.
Objeto extraño en el tanque
Un objeto extraño alojado en el tanque también puede impedir que el tambor gire. Esto requiere una acción inmediata: el objeto extraño puede dañar las paredes del tanque y provocar un bloqueo en todo el sistema. Reemplazar el tanque es muy costoso, por lo que ante la menor sospecha se recomienda parar la máquina y retirar el elemento peligroso.
Quitar la pieza no es fácil, así que es mejor confirmar primero el diagnóstico. Para ello, desenchufe la lavadora, vacíe el agua, abra la puerta y gire el tambor en ambas direcciones. La resistencia que encuentre indica claramente una obstrucción, así que vamos al grano:
- Comprobamos que la unidad esté desconectada de la fuente de alimentación.
- Cerramos el agua y desconectamos la manguera de desagüe.
- Proporcionamos acceso libre a la máquina desde todos los lados.
- Desatornillamos los tornillos de la parte trasera y retiramos la pared trasera.
¡Importante! Consulte las instrucciones con antelación para determinar en qué lado de su modelo VEKO se encuentra el elemento calefactor.
- Encontramos la ubicación del elemento calefactor.
- Tomamos una foto del calentador para no confundir los cables al regresar.
- Aflojamos los tornillos de sujeción y retiramos el elemento calefactor.
- Introducimos los dedos o unos alicates largos en el espacio liberado y sacamos el objeto que cayó en el tanque.
Una vez solucionado el problema, es hora de limpiar rápidamente el elemento calefactor. Raspe la superficie para eliminar cualquier residuo de cal y suciedad, y no olvide limpiar los contactos. Después, vuelva a colocar todo en su lugar y compruebe la rotación del tambor.
Problemas con los rodamientos
Se puede sospechar que un conjunto de rodamientos defectuoso es el responsable de un centrifugado deficiente por los ruidos que emite la máquina durante su funcionamiento. Ruidos inusuales, crujidos y golpes indican que los sellos han llegado al final de su vida útil de siete años y han sufrido fugas, dañando los rodamientos con grasa deslavada y corrosión. Estos componentes no se pueden restaurar a su estado original; la única manera de hacerlo es reemplazar tanto los rodamientos como los sellos por piezas idénticas.
Las instrucciones aquí no serán breves ni sencillas. Primero, debe encontrar las piezas de repuesto adecuadas según el número de serie del modelo BEKO. Segundo, debe desmontar casi toda la máquina, incluyendo los contrapesos y el tambor. Tercero, debe retirar con cuidado los anillos oxidados sin dañar el eje ni las paredes del tambor. La falta de un extractor especial, así como de otras herramientas y consumibles, complica el trabajo para el reparador aficionado.
Antes de empezar a trabajar, debes sopesar todos los pros y contras y decidir exactamente si tienes la fuerza y la experiencia suficientes para tal trabajo. Existe un alto riesgo de dañar el cableado, estropear las tuberías o perforar el tanque. Pero también vale la pena considerar el alto costo de tales reparaciones: en promedio, reemplazar el conjunto de cojinetes y sellos cuesta un tercio del precio de una lavadora nueva.
Pero nadie te impide familiarizarte con el proceso primero y evaluar tus habilidades. La clave está en considerar cuidadosamente todos los pasos, preparar todo lo necesario y contar con la ayuda de alguien más. En este artículo encontrarás instrucciones paso a paso para cambiar los rodamientos tú mismo.
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