Cómo funciona una secadora de ropa
Algunas familias modernas prefieren comprar un armario tendedero en lugar de una lavadora con funciones adicionales o una secadora. No todo el mundo sabe cómo funciona un tendedero, pero su impresionante apariencia, amplitud y funcionalidad lo convierten en un verdadero punto de atracción. Analicemos con más detalle su comparación con las secadoras tradicionales y aprendamos también a elegir uno.
¿Cómo funciona este dispositivo?
Primero, es importante entender cómo funciona este útil "asistente del hogar", lo que te ayudará a determinar si realmente lo necesitas. Los armarios modernos se dividen en dos categorías:
- Modelos que eliminan la humedad junto con el aire. Esto se logra mediante un tubo de drenaje que sale al exterior en una vivienda particular o a un conducto de ventilación en un edificio de varias plantas. Estas unidades ofrecen una flexibilidad de instalación limitada, ya que solo pueden instalarse en habitaciones con rejillas de ventilación.
- Modelos que condensan la humedad, que permanece en un contenedor especial. Este contenedor puede vaciarse manualmente o el líquido resultante se drena al alcantarillado. Según el modelo, el dispositivo puede notificar al usuario cuando el contenedor está lleno y necesita vaciarse.
¿Cómo se realiza el secado propiamente dicho? Primero, la ama de casa cuelga la ropa, luego selecciona el ciclo de funcionamiento adecuado y lo inicia, luego se activa el elemento calefactor instalado en la parte superior o inferior del armario, así como el ventilador incorporado. En un horno de convección natural, este activa solo el elemento calefactor. Esto provoca la evaporación de la humedad de los alimentos, seguida de la eliminación de la humedad o condensación.
También se pueden encontrar equipos en el mercado que controlan el nivel de humedad de la ropa mediante sensores costosos. Esta tecnología ayuda a completar el ciclo de secado cuando la humedad de la ropa y del aire se igualan. Para acelerar el secado, es mejor centrifugar la ropa hasta que esté lo más seca posible. Sin embargo, es importante no excederse, ya que las prendas demasiado secas serán difíciles de planchar.
Finalmente, cabe mencionar las secadoras que funcionan con radiación infrarroja. Su principio de funcionamiento es casi idéntico: la humedad se elimina mediante calor, pero es fundamental colocar las prendas con cuidado para que no bloqueen los rayos infrarrojos.
Comparemos una lavadora con un mueble.
Las formas más efectivas de secar la ropa con electrodomésticos son un armario de secado y una secadora. Una secadora suele tener el mismo tamaño que una lavadora, por lo que se pueden colocar cómodamente una al lado de la otra. Incluso visualmente, ambas unidades son similares, ya que cuentan con un tambor giratorio con múltiples aberturas. Sin embargo, las secadoras suelen incluir elementos adicionales para agitar la ropa con mayor eficacia, ya que podría dañarse dentro del tambor sin agua.
Las secadoras y las lavadoras difieren en sus capacidades, lo que dificulta su comparación. Las secadoras secan más rápido porque el tambor giratorio elimina eficazmente la humedad de la ropa recién lavada. Mientras que una secadora puede secar una prenda de una a seis horas, una secadora en su configuración más rápida puede secar en tan solo un tercio de hora. Las secadoras también ofrecen una gama más amplia de modos de funcionamiento, aunque los básicos suelen ser suficientes para la mayoría de los usuarios.
- Ciclo de frío para artículos que puedan ser susceptibles a encogerse a altas temperaturas.
- Modo intensivo rápido para un máximo ahorro de tiempo del usuario.
- Programa de larga duración para prendas gruesas como jeans y suéteres.
- El ciclo más largo con temperatura moderada, adecuado para prendas exteriores.
Puede parecer que una secadora es inferior a una lavadora en todos los aspectos, pero las secadoras más caras tienen ventajas innegables. Puede secar con seguridad incluso prendas que algunos fabricantes desaconsejan secar a máquina, como chaquetas de invierno, abrigos, zapatos de invierno y otoño, y mantas y plaids grandes. No todos los artículos descritos anteriormente son aptos para la lavadora, y prendas como bufandas de encaje de punto, estolas de lana y plumón, sombreros y prendas elegantes con cuentas generalmente no se recomiendan para el secado a máquina, ya que podrían dañarse por la fricción del tambor.
A la hora de elegir un armario hay que tener en cuenta que las prendas recién lavadas tendrán que secarse varias veces, especialmente si se supera el peso máximo permitido para su procesamiento en un ciclo de trabajo, lo que hará que la ropa permanezca húmeda durante más tiempo.
Además, un armario puede albergar mucha más ropa a la vez que una secadora. Mientras que una lavadora suele tener capacidad para solo tres kilos de ropa, un armario puede albergar cuatro, cinco o incluso más. No es necesario sacar la ropa del armario inmediatamente después de usarla, ya que se puede colgar perfectamente sin arrugas en perchas. Por último, una secadora es prácticamente silenciosa, lo que permite dejarla encendida durante la noche incluso en casas con niños pequeños. Además, es relativamente económica, lo cual es una ventaja para algunas marcas.
Elegir un buen armario
Entender cómo funciona un armario de secado es fácil, pero elegir una unidad de calidad es mucho más difícil. Es importante tener en cuenta no sólo la reputación y el precio del fabricante, sino también el tamaño del equipo: los compradores normalmente basan sus decisiones en la cantidad de usuarios potenciales, así como en la capacidad de la lavadora. Los armarios de secado suelen tener 60 centímetros de largo y ancho, y 180 centímetros de alto, pero existen alternativas. Por ejemplo, los "auxiliares domésticos" más grandes, con dos secciones que alcanzan los 120 centímetros de ancho, o, por el contrario, los modelos compactos de tan solo 50 centímetros de ancho. Estas unidades también están disponibles en alturas no estándar, por ejemplo, de 200 centímetros o más, ideales para secar abrigos de piel y vestidos de noche.
Otro parámetro que los usuarios suelen tener en cuenta es la eficiencia energética. La mayoría de los armarios tienen una potencia nominal de 2 a 4 kilovatios por hora. Este parámetro es crucial, ya que cuanto peor sea la calificación de eficiencia energética, mayores serán las facturas de servicios públicos. Por lo tanto, es recomendable comprar electrodomésticos con una calificación de eficiencia energética de al menos "A", y preferiblemente de "A+" o superior.
El modo seleccionado también tiene un impacto significativo en el consumo de energía, ya que el programa económico utiliza menos recursos, mientras que los modos máximos secan mejor y más rápido, pero tienen un impacto negativo en el consumo de energía.
Cabe destacar que los armarios de secado suelen tener un diseño minimalista, incluso austero, lo que facilita su instalación en cualquier hogar y se integra a la perfección con el interior. Los fabricantes prestan mucha más atención a la distribución interior, ya que la ubicación de las perchas y los estantes perforados puede aumentar o disminuir la eficiencia del secado. Esto se debe a que el flujo de aire del ventilador debe llegar a cada zona de la prenda para garantizar un secado uniforme. Por lo tanto, durante la fase de diseño, se mide cuidadosamente la distancia total entre los estantes de las perchas, junto con un cálculo de la carga de ropa que garantiza la separación necesaria entre las prendas.
Por lo general, un "asistente del hogar" se instala en un pasillo, baño o lavadero independiente, algo que en una vivienda particular suele planificarse con antelación. Las tiendas suelen ofrecer modelos en blanco o plateado, así que hay que elegir entre estos dos colores.
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