Clase de eficiencia de la lavadora
Comencemos este artículo recordando el sistema de calificaciones en nuestras escuelas y otras instituciones educativas. Como todos saben, calificamos en una escala de cinco puntos. Sin embargo, otros países tienen sistemas de calificación completamente diferentes. En muchos países, las calificaciones se dan como porcentajes o letras. Por ejemplo, En países como Inglaterra y Estados Unidos, la alternativa a nuestro “cinco” es la letra “A”.Y luego, hacia abajo en el alfabeto. Cuanto más avanzada la letra, menor la puntuación.
En este artículo, aprenderá sobre el lavado, el secado, el centrifugado y las clases de eficiencia energética. También analizaremos los principios que rigen cada una de ellas. Los consumidores prestan atención no solo a la capacidad de la lavadora, sino también a las cuatro clases. En total, hay siete clases de eficiencia de lavado:
- A,
- EN,
- CON,
- D,
- MI,
- F,
- GRAMO.
Cada clase se determina para una lavadora comparando el rendimiento de la lavadora probada con el rendimiento de una máquina de referencia, que analizaremos a continuación.
Ahora veamos qué lavadoras reciben la calificación más alta: "A".
Una prenda perfectamente lavada es aquella a la que se le ha eliminado toda la suciedad. Esto aplica a cualquier tipo de mancha en cualquier tipo de tela. Muchas amas de casa saben lo difícil que puede ser limpiar una prenda; sin embargo, entienden que cuanto antes la metan a la lavadora, más fácil será quitarla. Si una lavadora cumple con éxito su tarea, recibe una calificación “A”. La pregunta ahora es cómo los fabricantes califican las lavadoras.
Cada lavadora se somete a un lavado de prueba. Este lavado implica usar una máquina certificada, una pequeña pieza de tela sucia y 180 g de detergente en polvo.
Cada lavadora utiliza el mismo paño con detergente. El ciclo de lavado dura 60 minutos a una temperatura de 60 grados Celsius. Tras el lavado, se realiza una prueba de calidad. Finalmente, los fabricantes calculan los resultados, que se utilizan para generar una tabla. Esta tabla muestra la clasificación de las calificaciones de calidad. Utilizando esta tabla, así como el propio procedimiento de prueba, el fabricante asigna una calificación de eficiencia de lavado a la lavadora.
Algunas personas afirman que pueden distinguir fácilmente entre los grados de lavado "A" y "B". Sin embargo, esto es un mito. La cuestión es que la diferencia entre ambas clases es extremadamente pequeña. No todas las personas con buena vista podrán detectarla. Si una lavadora se acerca a la Clase A, no necesariamente lava mal. Sin embargo, la diferencia se puede apreciar en la ropa de cama y la ropa blanca.
La primera máquina estándar fue creada en 1995.
Estas máquinas son producidas por fabricantes autorizados. Sus especificaciones cumplen plenamente con todos los estándares de calidad europeos. Se siguen fabricando con la misma tecnología que antes. Pero, como ocurre con todas las tecnologías, el progreso continúa y a un ritmo muy rápido, por lo que gracias a las nuevas tecnologías, podemos elegir una máquina mucho más eficiente y asequible. Esto ya es evidente: hoy en día, una lavadora de clase A lava la ropa 1,03 veces mejor que la de referencia. Por lo tanto, es mejor comprar lavadoras de clase A y B si su presupuesto lo permite. La clase C también es una opción, aunque no es recomendable, pero no inferior.
Ahora veamos otra clase: consumo y gasto de energía.
Según las estadísticas promedio, una lavadora funciona de 3 a 5 horas semanales. La diferencia entre estas horas es de tan solo 9 kWh/kg al año (por cada 1 kg). Ahora, intenta multiplicar esto por el volumen de lavado al que estás acostumbrado. Verás que la calidad del lavado y el consumo de energía dependen de más factores que la clase de la lavadora.
Aquí, el factor más importante depende del volumen de carga. Sobrecargar la lavadora reducirá la calidad del lavado y consumirá más energía. Esto también es algo a tener en cuenta al lavar la ropa.
Sin embargo, las lavadoras de clase A son mucho más rentables, ya que consumen menos energía. Y si lo analizamos con lógica, resulta evidente que a menor clase, mayor consumo energético. Por cierto, se añadió una clase adicional, A+, para indicar los estándares de consumo energético.
Y lo último que veremos es cómo se califica altamente una máquina en función de su clase de centrifugado.
Aquí todo es muy lógico y sencillo: el fabricante pesa la ropa antes del ciclo de lavado y luego la lava en condiciones normales. Tras el lavado, el fabricante simplemente divide el peso postlavado entre el peso prelavado. La eficiencia del centrifugado depende de la velocidad de centrifugado y del diámetro del tambor de la máquina. Por ejemplo, una lavadora de clase A centrifuga hasta 1500 rpm.
Si te gusta secar la ropa en un tendedero, puedes comprar fácilmente una lavadora de clase G. Estas máquinas ni siquiera centrifugan la ropa; simplemente la lavan. Si prefieres un secado rápido y sencillo, compra una lavadora de las tres primeras clases. Al fin y al cabo, ¿para qué perder el tiempo en algo que una lavadora puede hacer por ti? Además, no pagarás tanto por una máquina con un buen centrifugado: solo unas pocas decenas de dólares.
En este artículo, describimos todas las ventajas de elegir una lavadora de clase A, así como de las clases B y C. Esperamos que este artículo le haya resultado útil. Esta información le será útil no solo para elegir la lavadora adecuada, sino también para identificar cualquier discrepancia de clase en su lavadora, en caso de que surja.
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