¿Cómo realizar el mantenimiento de un lavavajillas?
El lavavajillas se inventó hace más de cien años, pero solo recientemente se ha convertido en un electrodoméstico popular, presente en casi todos los hogares, al menos en nuestro país. Como cualquier electrodoméstico, requiere mantenimiento y limpieza regulares. Mantener un lavavajillas no requiere mucho tiempo ni esfuerzo, pero sí requiere una limpieza regular.
En primer lugar, observe los filtros.
Uno de los componentes más importantes de un lavavajillas, que requiere un mantenimiento regular y exhaustivo, es su filtro. Su función es evitar que los residuos de alimentos entren en el circuito de agua del aparato, por donde circulan el agua y el detergente. Los residuos que se acumulan en el filtro impiden que el agua fluya y se drene correctamente, lo que afecta significativamente el rendimiento del lavavajillas.
El filtro en sí consta de:
- unidad de limpieza gruesa (retiene partículas grandes de productos alimenticios);
- Unidad de fácil limpieza (atrapa pequeñas partículas de comida, incluidas gotas de grasa):
- placa perforada (esencialmente una red de malla fina que permite que el líquido sucio pase al elemento filtrante).

Limpiar el filtro usted mismo no es particularmente difícil. Primero, retírelo del aparato (el procedimiento correcto se describe detalladamente en las instrucciones de uso). Luego, desenrósquelo, retire cualquier residuo de comida adherido y enjuáguelo. Se debe tener especial cuidado al limpiar la placa perforada: está hecha de nailon y puede deformarse fácilmente debido a un manejo brusco o inadecuado. Como resultado, la protección de la unidad de agua contra la contaminación se verá comprometida, lo que reducirá el rendimiento de la máquina.
Para lavar los componentes del filtro, puede utilizar detergentes lavavajillas, cepillos de dientes viejos o esponjas suaves.
Después de montar e instalar el filtro en su lugar original, debe asegurarse de que esté fijado de forma correcta y segura, proteja adecuadamente el desagüe de los residuos de alimentos y no interfiera con la rotación de las aspas de la bomba de circulación.
Monitoreamos el estado de la bomba de circulación.
Otro componente importante de la máquina que requiere atención especial y limpieza regular es la bomba. Su función es asegurar la circulación forzada del líquido y el detergente dentro del tanque durante todo el ciclo. Dado que la máquina utiliza agua filtrada para el lavado, se rellena con líquido nuevo solo después de un cambio de ciclo, ahorrando así agua.
El principal procedimiento de mantenimiento de la bomba consiste en limpiar las líneas de agua de las partículas de grasa que se acumulan en su interior. Estos depósitos se forman e impiden que el agua circule correctamente por las tuberías. Esto provoca un aumento de la presión dentro de la bomba. Esto provoca un desgaste acelerado, fallos de funcionamiento y averías, siendo la más evidente una bomba quemada.
Evitar esto es sencillo: simplemente limpie el electrodoméstico cada 3 a 6 meses (la frecuencia depende de su uso). Se necesita un detergente específico y un par de horas para eliminar completamente los depósitos de grasa de las tuberías. Vierta el gel, la pastilla o el líquido en el compartimento correspondiente y seleccione el ciclo de lavado con la temperatura de agua más alta. Durante la limpieza, no se carga la vajilla en el depósito, por lo que la máquina funciona en modo "inactivo".
Limpiamos piezas móviles
Una disminución en el rendimiento del lavavajillas y la presencia de rayas y manchas indican la necesidad de una limpieza. Esto es una clara señal de que los impulsores (rociadores de agua) ubicados debajo de las cestas para cargar los utensilios de cocina están obstruidos. Cada impulsor tiene varias boquillas que generan un potente chorro de agua que, a su vez, limpia los platos.
Cualquier propietario puede limpiarlos él mismo: el brazo del aspersor se puede retirar fácilmente de su soporte. A continuación, inspecciónelo para ver si está obstruido y enjuáguelo con agua corriente. Si los orificios están obstruidos con depósitos espesos, retírelos con un objeto largo y delgado (un alambre, un palillo o un clip abierto). Después de la limpieza, vuelva a colocar los aspersores y compruebe que estén colocados correctamente y firmemente fijados.
Lavar la funda por dentro y por fuera
Las superficies del lavavajillas, tanto externas como internas, también requieren un cuidado regular. La tolva del lavavajillas requiere especial atención: la contaminación afecta significativamente el rendimiento del aparato, y su construcción de acero inoxidable requiere una limpieza más cuidadosa. Por ejemplo, no se debe utilizar lo siguiente para limpiar la tolva:
- esponjas de polímero grueso;
- polvos de limpieza abrasivos;
- productos que contienen cloro.
Cada uno de ellos puede dañar la superficie, dejando pequeños y grandes arañazos, restos de oxidación o diversas manchas que no se pueden eliminar. Para limpiar el interior de su lavavajillas, le recomendamos utilizar un paño de microfibra u otro material suave y un detergente lavavajillas suave como agente de limpieza. 
Si el ama de casa utiliza detergentes especializados para el lavado diario de platos, no se requiere ningún cuidado adicional de las superficies interiores, ya que la limpieza se produce automáticamente durante los ciclos estándar del lavavajillas.
Un correcto cuidado interior requiere no solo el uso de productos químicos domésticos de alta calidad, sino también el correcto ajuste de los dispensadores de sal regeneradora y abrillantador.
Puede encontrar información detallada sobre los ajustes del dispensador en las instrucciones de uso del electrodoméstico. Sin embargo, estos ajustes dependen directamente de la calidad del agua suministrada a la vivienda donde se instala el electrodoméstico. Esta varía no solo entre regiones, sino también entre ciudades e incluso dentro de un mismo barrio. Por lo tanto, los propietarios suelen determinar los ajustes óptimos experimentando, evaluando los resultados de la limpieza y ajustando los ajustes. Si todos los ajustes están configurados correctamente, las paredes del lavavajillas estarán libres de marcas, residuos de cal, gotas de grasa y otros contaminantes; después del ciclo, el recipiente estará perfectamente limpio y seco.
Si se ha formado cal en las paredes de la cámara interior y no funciona eliminarla con un detergente sencillo, puede limpiar las zonas muy sucias con vinagre. No se recomienda frotar con demasiada fuerza; basta con unas pasadas con un paño. Si no hay resultados, puede probar una limpieza más agresiva: coloque un recipiente o bote con vinagre en la cesta y ejecute un ciclo de lavado estándar. El volumen de vinagre no debe exceder los 200 ml. Después de terminar de utilizar la máquina, limpie nuevamente sus paredes con líquido lavavajillas.
Al limpiar su lavavajillas, no olvide las puertas, los electrodomésticos, las juntas y los herrajes de montaje. Estos, al igual que las superficies interiores, pueden acumular pequeñas partículas de cal, lo que afectará el sellado de la puerta y el rendimiento del lavavajillas. La suciedad se puede eliminar fácilmente con una solución de vinagre, un paño o una esponja de poros finos.
Preste mucha atención a las cestas donde se guardan los platos. Suelen estar hechas de metal esmaltado, por lo que es importante evitar grietas y desportilladuras. Si quedan gotas de agua en las cestas después de usar el lavavajillas, retírelas con un paño suave y seco. También se recomienda dejar la puerta del lavavajillas entreabierta hasta que se enfríe por completo. Esto evita la acumulación de condensación en el interior, principal causa de moho en las tuberías internas del aparato.
También hay que recordar las superficies externas, que deben tratarse periódicamente con los productos de limpieza a los que la ama de casa está acostumbrada.
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