Secar una manta en una secadora

Casi todas las familias tienen una manta grande de lana, que sacan antes del invierno y guardan para siempre con la llegada de la primavera. Después de cada temporada, conviene tratarla para eliminar la suciedad y los olores. Sin embargo, es mejor no excederse con este tratamiento, ya que podría dañar esta valiosa prenda. Por eso muchas familias lavan sus mantas sin dudarlo, pero les da miedo secarlas en la secadora. Veamos si estos temores son justificados.

¿La secadora dañará la manta?

Mucha gente cree que secar una manta, así como otras prendas de lana, debe hacerse en cualquier lugar excepto en una secadora. Si bien los artículos fabricados con este delicado material deben manipularse con cuidado, esto no significa que no puedan secarse en secadora. Una secadora puede ahorrarle tiempo y esfuerzo, por lo que es mejor saber cómo usarla correctamente para prendas de lana.

Primero, comprueba si tu "ayudante del hogar" tiene una función especial para lana. Después, revisa la etiqueta de la manta u otra prenda, que debe contener toda la información necesaria, tanto sobre el lavado como sobre el secado. Si la etiqueta tiene un símbolo especial que indica que la prenda es apta para secadora, no dudes en usarla. Si no lo tiene, mejor no arriesgarse y extender la manta en un lugar bien ventilado, después de alisarla a lo largo y a lo ancho.

También puede comprobar si su secadora cuenta con la certificación Woolmark, una empresa de renombre que certifica diversos productos de lana, como ropa y electrodomésticos. Por ejemplo, la secadora Candy RapidO está certificada, lo que significa que puede usarse para secar una manta.

Siga los consejos de los expertos

No te preocupes por tus prendas de lana favoritas a la hora de lavarlas y secarlas. Para garantizar un lavado y secado sin problemas, sigue estos consejos de expertos.

• Nunca sobrecargue el tambor; seque la manta por separado del resto de la ropa.
• No enrolle ni compacte la manta antes de secarla; en lugar de eso, estírela y trate de colocarla sin apretar en el tambor.
• Si su manta es grande, probablemente permanecerá húmeda después de un ciclo de secado. En ese caso, es aceptable sacarla del contenedor, estirarla y secarla de nuevo una o dos veces más hasta que esté lo suficientemente seca.
• No deje mantas ni otros artículos en la secadora una vez finalizado el ciclo, para evitar que adquieran un desagradable olor a humedad.

Como puedes ver, no hay nada de malo en secar una manta si sigues unas sencillas recomendaciones.

¿Cómo darle a algo un aroma agradable?

Lamentablemente, incluso si sigue todas las instrucciones de secado, su prenda puede desarrollar un olor desagradable después de colocarla en la secadora. Esto sucede con bastante frecuencia, pero es muy fácil de solucionar. Basta con añadir unas bolitas aromáticas, por ejemplo de la marca PVHOME, al tambor antes de iniciar el ciclo de trabajo.

Estas bolas de lana se crearon específicamente para facilitar el secado de prendas de lana natural de oveja. Actúan como sustituto del suavizante, reduciendo el tiempo de secado, dejando la ropa más suave y evitando arrugas. También son ideales para secar ropa de bebé. Son muy fáciles de usar: solo hay que añadir seis bolas de lana al tambor y empezar a secar.

La vida útil de las bolas es de aproximadamente 1000 ciclos de trabajo o 4 años de uso activo.

Las bolas también se pueden usar como difusor de fragancias. Para ello, añade unas gotas de aceite esencial y déjalas reposar durante aproximadamente un día. Una vez empapadas en los aceites esenciales, puedes usarlas para secar tu manta. La secadora no solo eliminará la humedad, sino que también la impregnará con el agradable aroma de tu aceite favorito.

   

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