¿Cómo comprobar el motor de una lavadora Bosch?
Si su lavadora Bosch se queda parada después de pulsar el botón de "Inicio" y llenarla de agua, significa que el tambor no centrifuga. La causa de la ralentización no se puede determinar de inmediato; será necesario un diagnóstico exhaustivo, desde la correa de transmisión hasta la placa de circuito y el motor. Es mejor no intentar manipular el módulo de control en casa; es demasiado arriesgado, pero casi cualquier persona puede manipular el motor sin necesidad de formación especial. Simplemente siga las instrucciones.
Desmontaje y prueba del motor
Casi cualquier persona puede comprobar el motor de una lavadora Bosch, pero antes de empezar a trabajar, se recomienda familiarizarse con el “objeto”. Todos los modelos de Bosch están equipados con motores colectores compactos y potentes, que, a diferencia de los motores inverter, requieren una correa de transmisión. La banda de goma conecta la polea del tambor y el motor, permitiendo que el mecanismo gire.
La estructura interna del motor consta de un rotor, un estator y un devanado. Las escobillas están fijadas a la carcasa, y junto a ellas hay un tacogenerador que controla la velocidad de aceleración. Una vez que se familiarice con la estructura del motor, puede empezar a probarlo. Sin embargo, antes de probarlo, deberá retirar el dispositivo de la lavadora.
Procedemos de la siguiente manera:
- Retire la pared trasera de la caja desatornillando las fijaciones correspondientes;
- desconectamos la correa de transmisión, mientras la tensamos, girando la polea con la otra mano;
- Desconectamos el cableado conectado;
- Aflojamos los tornillos de sujeción y, balanceándolo, lo retiramos de su asiento.
Antes de desmontar la lavadora, lea las instrucciones del fabricante y la documentación eléctrica.

Ahora pasamos a la comprobación del motor. Conectamos un cable del devanado del rotor al estator y luego aplicamos 220 voltios al circuito. Si el motor empieza a girar, funciona correctamente; si no, tiene una avería.
Probar el motor con voltaje también tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, es imposible comprobar su capacidad para funcionar a diferentes velocidades. Otra desventaja es el alto riesgo, ya que una conexión directa puede provocar el sobrecalentamiento del dispositivo y, posteriormente, un cortocircuito. Sin embargo, el riesgo de daños al motor eléctrico se puede reducir conectando un elemento calefactor, que se calentará durante una fuga de corriente, protegiendo así el motor.
Las pruebas de motor no se limitan a una sola comprobación. También es necesario evaluar el estado de las escobillas, las aletas y los devanados.
No olvides revisar los cepillos.
Las escobillas eléctricas suelen ser las responsables de la ralentización del tambor. Hay dos, montadas a cada lado del motor, que suavizan la fuerza de fricción del dispositivo. Se trata de "carcasas" metálicas rectangulares que contienen puntas de carbón. Durante el uso, los “carbones” se desgastan y es necesario reemplazarlos.
La tarea del técnico consiste en comprobar la longitud de las puntas de carbón. Para ello, se retiran las escobillas y se inspeccionan según el siguiente diagrama:
- desatornillamos los tornillos que sujetan las cajas;
- comprimimos los resortes y desenganchamos las escobillas eléctricas;
- desprendimos cada caja;
- Medimos la longitud de los "carbones".

La longitud mínima de las escobillas es de 1,5 a 2 cm. Si se desgastan más de lo necesario, deben reemplazarse. Reemplace las piezas solo por pares, incluso si la otra pieza está relativamente intacta. Los repuestos se seleccionan según el número de serie del motor o de la lavadora. Para evitar elegir componentes incorrectos, se recomienda llevar las piezas a la tienda con las piezas desmontadas.
Otras piezas del motor
Las láminas y los devanados también requieren inspección. Las láminas son placas metálicas que transmiten electricidad al rotor. Están pegadas directamente al eje, pero con el tiempo pueden desprenderse, interrumpiendo la transmisión de corriente. Si el desprendimiento es leve, se recomienda rectificar; si es grave, se debe reemplazar el motor.

A continuación, se realiza el bobinado. Si se produce una rotura, se produce un cortocircuito, el motor se sobrecalienta, el termistor se dispara y el mecanismo se apaga. La integridad del cableado se comprueba con un multímetro.
- activar la medición de resistencia;
- colocamos las galgas de espesores en el eje del motor;
- Comparamos el resultado con la norma de 20-200 ohmios (si es menos de 20, hay un cortocircuito, si es más de 200, hay un circuito abierto).
El estator también se prueba, pero solo con un zumbador. Si se detecta una rotura en el devanado, no basta con repararlo; es necesario reemplazar el motor.
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