La lavadora Candy no centrifuga.
Si su lavadora ha terminado el ciclo, pero aún queda agua en el tambor y la ropa está completamente mojada, es lógico suponer que no centrifuga lo suficientemente rápido. No se preocupe, este es un problema común en las lavadoras Candy y no siempre está asociado a una avería grave. En este artículo, analizaremos las posibles causas de este problema y le daremos instrucciones para solucionarlo.
¿Por qué la máquina no puede girar el tambor?
La ropa mojada es desagradable de manejar. Terminar el trabajo después de que la persona encargada de la limpieza termine no solo lleva mucho tiempo, sino que también es peligroso, ya que una reparación defectuosa puede agravar el problema y provocar una avería total de la máquina. Es importante abordar todas las posibles causas de los problemas del centrifugado con prontitud para evitar problemas mayores en el futuro. En concreto, con una lavadora Candy, pueden presentarse las siguientes situaciones:
- Se seleccionó un programa sin giro;
- el tambor estaba desequilibrado;
- el desagüe no funciona como debería;
- el tacogenerador falló;
- el motor eléctrico dejó de funcionar;
- los cojinetes del tambor están desgastados;
- la placa de control no funciona;
- El tambor no gira porque un objeto extraño ha entrado en el tanque.

En la mayoría de los casos, puede solucionarlo usted mismo. La excepción es cuando el problema radica en un módulo de control quemado. En este caso, no podrá repararlo usted mismo y tendrá que llamar a un técnico. Para determinar con precisión el origen del problema, es necesario realizar un diagnóstico exhaustivo e identificar todas las posibles causas. A continuación, se proporcionan instrucciones detalladas para hacerlo.
¿Se inició el modo correcto?
El centrifugado suele dejar de funcionar correctamente en las lavadoras Candy. Esto se debe a un desequilibrio en el tambor. Este problema ocurre cuando la carga está sobrecargada y la ropa no se distribuye correctamente por las paredes del tambor.
Las lavadoras modernas tienen una función especial que controla el equilibrio durante el proceso de lavado y centrifugado, por lo que este problema es más común en los modelos más antiguos.
Este problema es bastante fácil de detectar: la lavadora intentará centrifugar, pero con poco éxito. El ciclo terminará entre 7 y 15 minutos antes de la hora programada y la ropa estará mojada. Esta situación se puede corregir de la siguiente manera:
- esperamos hasta que se desbloquee la escotilla y abrimos la puerta;
- sacamos parte de la ropa (si hay mucha), desenredamos el “bulto” o, por el contrario, añadimos cosas (si no es suficiente);
- cierre bien la trampilla;
- iniciar el ciclo de centrifugado;
- Comprobamos que la ropa esté seca.
También vale la pena señalar que la falla por desequilibrio tiene un impacto muy negativo en el eje, el conjunto de cojinetes y los amortiguadores, por lo que debe evitarse a toda costa. Tenga siempre en cuenta la cantidad de ropa que carga. Por ejemplo, en una lavadora Candy con una capacidad de hasta 5 kg, se debe lavar al menos 1 kg de ropa. En lavadoras con una capacidad máxima de 8-9 kg, se debe lavar al menos 2,5 kg.
No hay datos de velocidad del motor
Un tacogenerador defectuoso también puede provocar la interrupción del ciclo de centrifugado. Este dispositivo, también conocido como sensor Hall, monitoriza las RPM del motor y transmite toda la información a la placa de control. Cuando falla, se pierde la comunicación y el sistema deja de recibir la información necesaria, lo que provoca la reducción de la potencia del motor por motivos de seguridad. Este tipo de avería suele deberse a un uso inadecuado de la máquina, en concreto:
- sobrecarga constante de la máquina con ropa;
- uso demasiado prolongado y continuo de la máquina;
- sujetadores sueltos;
- cableado dañado y contactos que pueden haberse soltado;
- una subida repentina de tensión o un cortocircuito.
Primero, examine cuidadosamente los cables y apriete los terminales si es necesario. Limpie y aísle el conductor, luego pruebe el sensor con un multímetro y evalúe los resultados. Si observa alguna desviación de la norma, sustitúyalo por uno equivalente.
El motor perdió potencia
Otra situación surge cuando el motor no puede acelerar a la potencia requerida. Este tipo de ralentización en motores con escobillas ocurre cuando los paneles eléctricos están desgastados: los procesos principales de la máquina funcionan con normalidad, pero el ciclo de centrifugado se desactiva. Si otras etapas del ciclo también presentan dificultades, el motor ha fallado. Para confirmarlo, haga lo siguiente:
- desconecte la máquina de todas las comunicaciones;
- desatornille la tapa trasera;
- Retire la correa de transmisión;
- desconectar todos los lugares conectados;
- aflojar los sujetadores de retención;
- Sacuda el motor y retírelo de las ranuras.

A continuación, limpiamos la carrocería con un paño y comprobamos si presenta daños. Normalmente, si el motor se ha quemado, se percibe un olor desagradable a quemado y se observan cables carbonizados y manchas. Después, nos centramos en los paneles eléctricos. Retírelos del motor por ambos lados, ábralos y mida la longitud de la punta. Si la punta mide menos de 0,7 mm, puede sustituir el par por uno nuevo sin problemas y no olvide comprobar las bobinas.
Los cojinetes del tambor son los culpables de todo.
Para determinar si el conjunto de cojinetes está defectuoso, escuche atentamente los sonidos que emite la máquina. Cualquier ruido inusual indica que los sellos se han desgastado y tienen fugas, lo que provoca la acumulación de grasa y corrosión en los cojinetes. Será imposible devolver estas piezas a la normalidad, por lo que habrá que sustituirlas.
Las siguientes instrucciones no serán tan sencillas. Primero, deberá encontrar un repuesto adecuado, según el número de serie de la lavadora Candy. Después, deberá desmontarla, incluso quitando el tambor y los contrapesos. Después, deberá sacar los anillos oxidados, con cuidado de no dañar el eje ni las paredes del tambor. La tarea será complicada, sobre todo porque quien intente repararla no tendrá acceso a un extractor especial ni a otras herramientas y materiales esenciales.
Antes de empezar, tome este asunto con la máxima seriedad y considere si realmente tiene la fuerza y la experiencia necesarias para llevar a cabo esta tarea. Se arriesga a dañar el cableado o las mangueras y el depósito de combustible. Sin embargo, es importante entender que, si busca ayuda profesional, estas reparaciones serán bastante caras. A veces, reemplazar la unidad y las juntas puede costar un tercio del precio de un coche nuevo.
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