Casi todas las telas son propensas a encoger, y algunas pierden más volumen que otras. Los materiales naturales como el lino y la pana se encogen considerablemente, mientras que las sintéticas, en cambio, prácticamente no se ven afectadas. Para evitar dañar la ropa, es importante seleccionar cuidadosamente el ciclo de lavado, controlar la temperatura del agua y la velocidad de centrifugado. Analicemos cuánto encogen las diferentes telas durante el lavado y si es posible recuperar su forma original después de encoger.
¿Por qué se deforman los tejidos?
El encogimiento es un cambio en las dimensiones de la tela debido a un lavado y secado inadecuados, o a un tratamiento excesivo con vapor o calor. Tu suéter favorito puede encogerse fácilmente un par de centímetros si no sigues las instrucciones de cuidado. Las etiquetas de la ropa tienen una razón de ser: te indican cómo lavar, secar y planchar correctamente la prenda.
Entonces, ¿por qué puede encogerse un textil? La realidad es que la tela se forma entretejiendo fibras. La susceptibilidad del material a la deformación está influenciada por el origen de las fibras y el método de tejido. Por ejemplo, tanto el satén como el denim están hechos de algodón, y son productos completamente diferentes, susceptibles de “encogerse” en distintos grados.
Hoy en día, se utilizan dos tipos de fibras en la producción: sintéticas y naturales. Las primeras provienen del petróleo. Los polímeros sintéticos son prácticamente incompresibles, mientras que las fibras orgánicas son un caso distinto. Los tejidos naturales son elásticos y su trama es mucho más suelta, lo que resulta en una mayor elasticidad. Esto altera la estructura del material, provocando la deformación de la prenda.
Es importante seguir las recomendaciones del fabricante, lavar y planchar las prendas según las normas y no superar las temperaturas máximas permitidas.
¿Cuánto se encogen los diferentes tejidos?
Las telas a base de algodón pueden encoger hasta un 3-5%, dependiendo de la densidad y el tejido. La pana, el fustán y el tartán son los que más encogen. La chintz, el percal, el satén, el denim, la marquisette, la popelina y otras telas a base de algodón encogen ligeramente menos. El lino y las telas mixtas encogen hasta un 6% después del lavado. Cuanto más se añadan las mezclas de algodón y lino, más puede encoger la tela.
La lana puede encogerse entre un 1,5 % y un 3,5 %. Estos valores son típicos tanto para tejidos drapeados como de lana fina. Algunas fuentes citan cifras superiores, de hasta un 6 %. Esta contracción también es típica de los tejidos de lana semilana.
Las telas de seda natural y rayón también encogen. Por ejemplo, el crepé de seda orgánica puede encoger hasta un 5 % tras el lavado, mientras que el rayón puede encoger hasta un 7 %. Las telas de satén pueden encoger entre un 3,5 % y un 5 % de su tamaño original. La viscosa puede encoger un 4 %, el nailon hasta un 1,5 % y el seminailon hasta un 3,5 %. Los materiales de forro, como la entretela, la entretela y otros materiales, también pueden encoger.
Devolvemos los artículos a su tamaño original.
¿Qué debes hacer si una prenda ha cambiado de talla? ¿Podrás devolverle su suéter o camiseta favorita a su forma original o tendrás que tirarla? Estirar el material hacia atrás no es tan difícil como parece. Restaurar una prenda que se ha encogido tras un lavado inadecuado llevará tiempo. Existen varias opciones y puedes probarlas todas para encontrar la mejor solución. Veamos ocho maneras de restaurar telas.
Si una prenda de lana se ha encogido después del lavado, sumérjala en agua helada durante 15 minutos. Luego, sáquela, sacúdala para eliminar el exceso de agua y extiéndala. No retuerza la lana, ya que esto podría deformar aún más la tela. Puede estirar la prenda a mano para lograr la forma deseada. Es recomendable ajustar la tela periódicamente si vuelve a encogerse.
Después de una sesión de agua fría, puedes ponerte el suéter o la camiseta inmediatamente en lugar de guardarlos para que se sequen. Así que, si tienes la oportunidad de andar con la ropa mojada, aprovéchala. Una vez seca, te quedará perfecta.
Un consejo popular es añadir dos o tres cucharadas de agua oxigenada al agua y remojar la prenda encogida en la solución resultante durante un par de horas. Después, no escurra las prendas de seda o lana; simplemente extiéndalas sobre una toalla de felpa para que absorban el exceso de humedad.
También se puede restaurar un suéter sintético o combinado (falda, camiseta). Sumerja la prenda en agua fría durante media hora y luego lávela a máquina en un ciclo delicado o a mano. La temperatura del agua no debe superar los 20-30 grados Celsius. Es importante no añadir detergente.
Las prendas de algodón se estiran fácilmente con una solución de vinagre. Toma un paño limpio, remójalo en vinagre y pásalo sobre la tela. Luego, cuelga la prenda en un tendedero, colocando pesas en la parte inferior. Esto estirará la tela al tamaño deseado.
Otra opción es usar vinagre. Vierte 3 cucharadas de ácido en un recipiente con 10 litros de agua y mézclalo bien. Deja la ropa en remojo durante 20-25 minutos. Luego, cuélgala para que se seque en el balcón o en una habitación bien ventilada.
La seda se puede estirar con un método de alta temperatura en lugar de uno frío. ¿Qué hacer? Remoje la seda en agua fría, escúrrala ligeramente y plánchela con una plancha caliente. Mientras plancha, puede estirar la tela lateralmente hasta alcanzar las dimensiones deseadas.
Si el fabricante prohíbe planchar, intente estirar la prenda con vapor. También, remoje la prenda primero en agua fría y luego aplíquela al vapor.
Existen varias técnicas para corregir la situación y devolver la forma original a las prendas. Elija el mejor método según la composición de la tela y las recomendaciones y restricciones del fabricante. Sin embargo, siempre es mejor evitar que la prenda encoja siguiendo medidas preventivas al lavarla.
¿Por qué realizar la decatización?
Mucha gente desconoce el término "decapado". De hecho, se trata de un tipo de encogimiento forzado de la tela que se usa para coser. Antes de cortarla, el material se somete a un tratamiento térmico húmedo, un paso esencial de control de calidad para el futuro producto. Se descatalogan todos los tejidos que estén compuestos en un 50 por ciento o más de fibras naturales (lana, algodón, lino, cáñamo, seda). Las pruebas se llevan a cabo en condiciones correspondientes a las recomendaciones de las etiquetas del producto.
Todas las telas utilizadas para coser prendas que se vayan a lavar deben ser decatizadas.
No se despinta la tela antes de coserla, por ejemplo, un abrigo. Si la prenda solo se va a lavar en seco en el futuro, basta con plancharla con vapor antes de cortarla.
El algodón y el lino se remojan, se secan y se planchan aún húmedos. Las telas de seda se tratan de la misma manera, excepto que se planchan con una plancha tibia, por el revés. La seda, propensa a desteñirse, se cubre con una sábana húmeda y se plancha. Las telas de lana gruesa se humedecen con un pulverizador y se dejan reposar de 8 a 10 horas. Después, se planchan por el revés. Las telas de lana finas deben plancharse simplemente con una sábana húmeda.
Cualquier prenda puede encogerse. Para evitarlo, es importante seguir las instrucciones de cuidado de la etiqueta. Si se encoge, puedes corregirlo. Intenta estirar la prenda tú mismo con alguno de los métodos disponibles.
¡Gracias! Información muy útil.