Salió humo de la lavadora.
La lavadora, un electrodoméstico indispensable, utiliza tanto agua como electricidad, lo que la hace doblemente peligrosa. Está estrictamente prohibido dejarla desatendida; en cambio, es fundamental supervisar constantemente el proceso de lavado y, en caso de emergencia, responder con prontitud a cualquier avería. Lo peor es que la lavadora empiece a echar humo, ya que, si se deja desatendida, podría provocar un incendio rápidamente. No lo dude: apague la lavadora y determine la causa del incendio. A continuación encontrará instrucciones detalladas.
Acción inmediata
Si sale humo de la máquina o hay olor a quemado, lo primero que debe hacer es apagar la máquina. Si cortas el suministro eléctrico a tiempo, puedes detener el incendio y evitar que se inicie. Por lo tanto, apagamos el interruptor automático correspondiente en el panel, o mejor aún, cortamos la electricidad en todas las habitaciones.
¡Nunca desconectes un cable de alimentación que aún esté bajo tensión! ¡Hacerlo podría poner en peligro tu vida! ¡Existe un alto riesgo de descarga eléctrica!
Hasta que la alimentación esté apagada, no se acerque a la máquina ni toque su carcasa. Recuerde que un cableado defectuoso provocará fugas de corriente en todos los materiales conductores, incluido el metal. Incluso acercarse a la máquina es peligroso: podría haber un charco de agua cerca, lo que podría tener consecuencias similares. Por lo tanto, ante la menor sospecha de incendio, apague rápidamente la alimentación y solo entonces comience a investigar la causa y evaluar la magnitud del problema.
¿Qué pudo haber pasado?
Una vez que ya no haya riesgo de descarga eléctrica, puede empezar a buscar el origen del incendio. Espere unos minutos y desenchufe el cable. Su vida ya está fuera de peligro.
A continuación, inspeccione el cable de alimentación, el enchufe y la toma de corriente. Estos son los que suelen sufrir sobretensiones, contactos sueltos u otros peligros de incendio. Por lo tanto, busque señales de derretimiento, quemado o cualquier olor característico. El humo sólo podía aparecer cuando se aplicaban altas temperaturas a la capa aislante superior de los conductores. Si una inspección visual no revela problemas sospechosos, la lavadora echa humo por otra razón. En ese caso, continuaremos buscando el problema dentro de la lavadora.
Estamos buscando la causa del humo en el cuerpo de la máquina.
El humo suele salir del interior de la máquina, por lo que realizamos una inspección exhaustiva. Para mayor comodidad, recomendamos vaciar la máquina por el desagüe de emergencia, desconectarla del alcantarillado y del suministro de agua, y alejarla de la pared. La investigación del origen del incendio se realiza de la siguiente manera:
Utilice su sentido del olfato como guía: la intensidad del olor a quemado le ayudará a encontrar la causa.
- Abra la puerta trasera y compruebe si sale olor a quemado del tambor. Si hay humo, la causa es una correa de transmisión desgastada. Es importante comprender que, con el uso prolongado, algunos componentes se desgastan y se desplazan, lo que afecta la tensión de la correa. Debido al cambio de carga, el anillo de la correa roza con fuerza contra los componentes adyacentes, lo que provoca humo y un desagradable olor a goma quemada. La solución es sencilla: simplemente cambie la correa por una nueva.

- Preste atención al panel trasero, donde el cable de alimentación se conecta a la caja. Si hay indicios de incendio, revise el protector de sobretensión con más detalle. Evalúe visualmente su estado y asegúrese de comprobar su funcionamiento con un multímetro. Si la pieza está defectuosa, debe reemplazarse.
- Quitamos el panel trasero, la correa de transmisión, el motor, buscamos el elemento calefactor y, desatornillando el tornillo que lo sujeta, sacamos el calefactor. La acumulación de grandes cantidades de sarro o contactos defectuosos en el elemento calefactor son las primeras cosas en la lista de lo que podría provocar que una lavadora humee. Con frecuencia, el cableado conectado se corroe o ensucia, o la pieza se sobrecalienta debido a una capa de cal. Si se produce este fallo, el humo persistirá incluso después de apagar la máquina. Comprobamos el funcionamiento del elemento calefactor, lo limpiamos o lo reemplazamos por uno nuevo.
Al buscar la causa raíz, no olvide evaluar inmediatamente el estado de todos los cables que encuentre. Un cable roto o un cortocircuito podrían haberse producido en cualquier parte del circuito, así que busque restos de hollín o aislamiento derretido y no olvide olfatear todas las zonas sospechosas. El olor a goma quemada persiste durante mucho tiempo, lo que aumenta las probabilidades de un diagnóstico acertado.
Si no se puede localizar el origen del humo y ya no hay señales visibles ni audibles de incendio, está estrictamente prohibido conectar la unidad defectuosa a la fuente de alimentación. Se debe llamar a un técnico de servicio, quien utilizará equipo especializado para localizar el problema con rapidez y precisión.
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